El dolor existe desde el inicio de la humanidad misma. Medicamentos, antidepresivos, inductores del sueño, sedantes, relajantes, antiinflamatorios y analgésicos generan excelentes resultados, aunque no para todas las personas puesto que presentan riesgos o efectos secundarios. Se clasifican por su contenido de salicilatos, actividad antiinflamatoria y por su acción neurológica.
Plantas con contenido de salicilatos: Los salicilatos son analgésico-antiinflamatorios convencionales. Como ejemplo está la aspirina (ácido acetilsalicílico). Los salicilatos en forma natural raramente provocan acidez gástrica o úlceras, aunque de acción menos intensa, conviene probarlos antes de recurrir a medicamentos farmacéuticos.
Para el dolor general:
Abedul (Betula alba).- De efectos comparables a los del sauce y fresno, pero de sabor muy amargo. Fresno (Fraxinus excelsior).- Arbol de características medicinales semejantes al sauce, pero de acción menos potente. Sauce (Salis alba).- Su corte y hojas son ricas en salicilatos. Se usa en cápsulas o en infusión, tomando varias tazas al día o en fomento y compresas, aplicados calientes en el sitio del dolor. Ulmaria o reina de los prados (Spiraea ulmaria).- Muy rica en salicilatos, de uso semejante al sauce.
Para la actividad antiinflamatoria:
Arnica (Arnica montana).- Bella flor que es común encontrarla en forma de tintura alcohólica para frotar en el sitio de dolor y en diversas preparaciones medicinales. No debe abusarse de su uso, ya que puede originar alergias. Grosellero negro (Ribes nigrum).- Su hojas estimulan la función de la corteza suprarrenal que produce cortisona (medicamento muy efectivo como antiinfamatorio, pero de efectos nocivos importantes por lo que sólo debe administrarse bajo estricto control médico). El grosellero permite tratar a pacientes sin ningún efecto secundario.