Biodiversidad

Las plantas aromáticas y medicinales fomentan la salud de nuestro huerto. Si queremos disfrutar de un huerto saludable y muy productivo, debemos intentar crear un espacio que albergue la máxima diversidad vegetal posible. Además, hay que procurar que crezcan en estrecha relación las plantas hortícolas para el consumo junto con una gran variedad de plantas medicinales, aromáticas y ornamentales. Por Mariano Bueno.


La vistosidad y el colorido de sus flores no sólo consiguen alegrar cualquier huerto, sino también crear unas condiciones favorables para atraer a insectos polinizadores que resultan muy beneficiosos. A ello hay que añadir que sus aromas repelen a muchos parásitos y enfermedades de una forma totalmente natural.Las plantas medicinales en el huerto o en el balcón son una magnífica fuente de biodiversidad, vitalidad y alegría que nos brinda la posibilidad de tener siempre a mano remedios efectivos, sencillos, naturales y baratos para la mayoría de los trastornos de salud más comunes y que nos permite realizar tratatamientos antiparasitarios. Sus propiedades terapéuticas se deben, en gran parte, a que las plantas que crecen en un entorno natural expuestas a las inclemencias climáticas –estrés hídrico, frío, calor, etc.– y que se ven sometidas a ataques de parásitos, hongos o virus, van desarrollando poco a poco mecanismos de protección y de autorregulación. Uno de esos sistemas de defensa –probablemente, el más activo– consiste en su capacidad de sintetizar sustancias químicas fitoprotectoras, como los conocidos antioxidantes y vitaminas: bioflavonoides, isoflavonas, vitamina C, licopeno…
De bajo mantenimiento
En el caso de que dispongamos de poco espacio, podemos limitarnos a sembrar o plantar plantas aromáticas como albahaca, cebollinos, apios o perejil, intercaladas entre los cultivos de tomates o lechugas. Aunque lo ideal es crear verdaderos setos medicinales alrededor de todo el huerto para generar una preciosa barrera aromática y protectora. Allí pueden crecer en positiva sinergia plantas medicinales tan variadas como lavandas, espliegos, salvias, romeros, tomillos, hinojos, capuchinas, laureles, consueldas, mejoranas, mentas, hierbabuena, tanacetos, manzanillas, aloe vera, ajedreas, tagetes, caléndulas o valerianas.
Al diseñar nuestro huerto, quizás nos interese saber que la mayoría de estas plantas resultan muy fáciles de cultivar, ya que, dada su gran rusticidad, requieren pocos cuidados. Además, en general necesitan escaso mantenimiento, no suelen precisar abonado y se desarrollan bien con riegos escasos. De hecho, cuanto más duras sean las condiciones en que se desarrollen, mayor será su concentración de principios medicinales y terapéuticos.
El huerto en octubre
En octubre, los días se acortan, se incrementa la humedad y aparecen los primeros fríos intensos, por lo que la dinámica de huerto se ralentiza. Es época de transición y en la mayoría de huertos podemos liberar los bancales donde aún quedaban plantas de cultivos de verano y sembrar los de otoño-invierno, como espinacas, guisantes y habas; o bien, continuar con las siembras de abonos verdes (habas forrajeras, vezas, yeros rojos…) en las parcelas libres en las que no tengamos previsto realizar cultivos.
En las zonas templadas, si deseamos prolongar las cosechas de tomates en otoño, conviene colocarles una cubierta de plástico para evitar que las lluvias mojen las plantas –sobre todo, las hojas– y el desarrollo de hongos como el mildiu. Como prevención, realizaremos aplicaciones de decocción de cola de caballo y, en caso de ataque, tratamientos antifúngicos con suero de leche diluida en agua al 5%.
siembras, trasplantes y cosechas
Sembramos: espinacas, guisantes, habas, lechugas, rabanitos, puerros, rúcula, canónigos, escarolas, coles, coliflores…
Trasplantamos: coles, lechugas, puerros, escarolas, rúcula, cebollas…
Cosechamos: en algunas regiones cálidas y templadas dispondremos de judías, tomates, calabacines y pimientos. En la mayoría de huertos habrá acelgas, apios, coles de repollo y de bruselas, brócolis, escarolas, lechugas, espinacas, perejil, puerros, rabanitos, remolachas rojas, zanahorias.